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El 26 de enero de 1983, se fundó el Instituto Dominicano de Genealogía, Inc., como idea del Ing. Gustavo Tavares Espaillat. Durante un viaje a Puerto Rico en los años ’80, compartió esta idea con su amigo de infancia, el Dr. Julio Genaro Campillo Pérez, y le solicitó que preparara los Estatutos de la nueva institución encargada de los estudios genealógicos en nuestro país. Al mismo tiempo, expresó su deseo de que se escribiera un libro sobre la familia Espaillat al descubrir documentos relacionados con ella tras el cierre de la Tienda El Gallo en Santiago.

Don Julio Campillo asumió la tarea y creó el Instituto Dominicano de Genealogía. Dado que esta disciplina está estrechamente ligada a la historia, compartió la idea con Monseñor Hugo Eduardo Polanco Brito, entonces presidente de la Academia Dominicana de Historia. Los primeros miembros del instituto fueron seleccionados entre los miembros de la academia, y Monseñor Polanco Brito fue elegido como el primer Presidente, junto con otros dignatarios santiagueros, familiares de Don Gustavo, como Don Alejandro Grullón Espaillat y Don Jimmy Pastoriza Espaillat. Se estableció un período de gestión de tres años para la directiva.

Durante los primeros seis años de gestión de Monseñor Polanco Brito, Don Julio escribió dos libros sobre los Espaillat, utilizando los documentos proporcionados por Don Gustavo: “Francisco Espaillat y el Desarrollo del Cibao” y “Ulises Francisco Espaillat y su familia, Investigación Genealógica”. En 1989, al mismo tiempo que el Instituto Dominicano de Genealogía nacía, yo iniciaba mi genealogía. A través de un periódico, me enteré de la nueva directiva para el período 1989-1992, con el Ing. Jimmy Pastoriza Espaillat como Presidente. Me acerqué a ellos y fui nombrado Miembro de Número.

Las reuniones se llevaban a cabo en distintos lugares, como el Salón de Actos del segundo piso del Círculo de Coleccionistas de la Calle Las Damas, la residencia de Don Fernando Cavada, Conde de la Vega del Pozo, la Casa de los Jesuitas en la calle Mercedes y, en su mayoría, en el tercer piso de la residencia de Don Julio Campillo en la calle del Recodo detrás del Embajador. Durante ese tiempo, mis investigaciones sobre el origen del apellido Nouel, que se convirtieron en mi primer libro, se acercaban a los diez años. Don Gustavo me instaba a terminar para poder publicar el libro.

En ese momento, surgió el joven Edwin Espinal Hernández de Santiago, quien colaboró con Don Julio en la obtención de actas de parientes de los Espaillat en el Cibao. Edwin aprovechó la oportunidad para investigar los orígenes de su propia familia y escribir el libro “Nosotros, la familia Pichardo Román, Investigación Genealógica”. Aunque la edición no contó con el respaldo económico del IDG, Edwin logró el patrocinio de la Asociación Cibao de Ahorros y Préstamos, así como de familiares Pichardo de Santiago.

Al finalizar el período 1989-1992, Don Jimmy nos invitó a un almuerzo en La Fromagerie de Plaza Criolla. Durante la sobremesa, propuso que el próximo Presidente del instituto fuera elegido entre los presentes. Ante la negativa de los demás debido a compromisos personales, me preguntaron a mí, el más joven del grupo, quién debía ser el próximo Presidente. Sugirieron que Don Julio Campillo no podía serlo porque era el Secretario Perpetuo, a lo que respondí que simplemente cambiáramos su título a Presidente. Don Julio aceptó y propuso que Luis José Prieto fuera el próximo Secretario, y que los demás cargos continuaran igual. Así concluyó la reunión electiva de 1992-1995. Durante ese período, mi libro “El Arzobispo Adolfo Alejandro Nouel y Bobadilla, y su familia, Investigación Genealógica” entró en imprenta en 1993, diez años después de haber comenzado.

Estos cuatro libros marcaron el inicio de la colección de libros del Instituto Dominicano de Genealogía. La directiva fue reelegida en 1995-1998.

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